Julius Evola. Septentrionis Lux


LA AMBIVALENCIA DE LOS SÍMBOLOS 
abril 24, 2020, 5:28 pm
Filed under: Metafísica, Tradición

Los Símbolos y su Significado: Animales Tótem simbolo y significado.

 

LA AMBIVALENCIA DE LOS SÍMBOLOS

 «El universo no es sino un vasto símbolo de Dios».
Thomas Carlyle
   Los símbolos del mundo tradicional tienen varios significados y lecturas, de carácter positivo, ascendente y anagógico por un lado, de signo descendente, negativo y catagógico por el otro. Así por ejemplo, el León, El Toro, el Águila y el Lobo entre otros, animales que ya tuvieron un carácter sagrado en nuestra Patria entre íberos y celtas, luego entre romanos y godos, dichos animales, repito, de carácter totémico generalmente en todo el mundo indoeuropeo, por un lado simbolizaban a la Realeza Sagrada, legítima, a la Aristocracia del Espíritu, a la Nobleza Guerrera. Por ejemplo en la tradición indoaria un Ciclo Cósmico era representado con la figura de un Toro, simbolizando el Dharma, el Orden Cósmico; cada pata del mismo representaba una Edad (Oro, Plata, Bronce y Hierro). El Águila siempre ha sido símbolo representativo del Imperio Sagrado (en Europa hasta fechas relativamente recientes), el León de la Monarquía Guerrera y Solar, el Lobo de la Nobleza Guerrera y de la Conquista Heroica, tanto espiritual como física, bello y majestuoso animal donde los haya y a la vez símbolo primigenio de la inmortal y divina Roma que en estos días -de obligado confinamiento en la podrida Hispania de hoy-, cumple el 2773 Aniversario de su Gloriosa Fundación.
    Por otro lado los símbolos comentados pueden tener un significado totalmente distinto, de carácter invertido, demoníaco y disoluto, como imágenes caricaturescas y groseras de los primeros. La soberbia, la perversión de la voluntad de dominio, la astucia diabólica, la furia homicida, el engaño, etc. Por poner un ejemplo cercano, el León fue uno de los símbolos de la criminal República demo-masónica de 1931-36 y de tan infausto recuerdo, a excepción, claro está, de algunos imbéciles y tarados a rabiar que tan gratamente recuerdan o hablan de semejante inmundicia. Por otro lado tenemos hoy a los dos leones situados en la puerta del Congreso de los Diputados de Madrid; de símbolo identitario de tipo heroico-viril a simbolito de la hez democrática…
   Claro que en estos tiempos apocalípticos por los que transcurrimos, hay atontados y mequetrefes de baja estofa que en vez de elegir como animales totémicos a los bellos ejemplares citados más arriba -algo totalmente lógico y comprensible en esa mercancía averiada con patas y con derecho a democrático voto-, eligen en cambio a animales de tal grandeza simbólica y representativa como es un grotesco burrito… En fin, pero esto ya es otra historia para otro momento.
FUERZA HONOR Y TRADICIÓN
 Joan Montcau


TRADITIO ET REVOLUTIO
abril 19, 2020, 9:45 am
Filed under: Tradición

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TRADITIO ET REVOLUTIO

«Pues qué era la Tradición? Ellos mismos son la Tradición -los modernos cruzados de 1936-39-, porque la Tradición son los hombres y la vida. Subjetivamente es un respeto al pasado: pero el volumen y el tesoro sagrado de la Tradición, son las creencias, sentimientos, costumbres, instituciones y aspiraciones de un pueblo: la Historia de la Patria, la Patria viva que no es sólo la tierra, sino el alma, la carne y la sangre de los hombres, transmitida fielmente de generación en generación. Es una Ley Fundamental y Biológica de la naturaleza la transmisión de la vida para perpetuidad de la especie en lucha perenne contra la muerte. Pero el hijo, señores, recibe del padre con el tesoro de la vida, que es el tesoro de la carne y de la sangre, la educación, la costumbre, el carácter, el rasgo y el estilo y la dulce leyenda que palpita en las brasas del hogar y en los labios ingenuos de la abuela; pues eso es la Tradición: una herencia, un testamento. Y ha dicho Mella muy bien, que en este sentido todos los hombres son tradicionalistas, ya que solamente los animales no pueden serlo, porque no pueden testar. Luego la Tradición reside en ese acto sublime de recibir la herencia, el testamento, la historia, las instituciones, los monumentos y las leyendas de nuestros Antepasados. Recibirlo y engrandecerlo. Porque es, además, progreso la Tradición: un afán ardido de aumentar el caudal ancho de la Vieja Historia con nuevos ríos de sangre joven que fecunden el Árbol Sacro de la Patria. ¡Pero qué imbéciles los verdugos liberales de la Tradición!».

FERMÍN YZURDIAGA LORCA (1), «Mensaje de las Banderas Victoriosas». En el II Año Triunfal XVIII JULIO MCMXXXVII

(1) Fermín Yzurdiaga Lorca (Pamplona, 25 de octubre de 1903-Pamplona, 10 de diciembre de 1981) fue un sacerdote, escritor y propagandista de la Vieja Guardia de Falange. Tuvo un destacado papel durante la Cruzada de Liberación Nacional Española de 1936-39, durante la cual fue nombrado Delegado Nacional de Prensa y Propaganda de FET y de las JONS y llegó a fundar y dirigir grandes publicaciones falangistas como «Arriba España» -diario que duraría hasta 1975-, o «Jerarqvía»-desgraciadamente desaparecida en 1938 después de tan sólo 4 números publicados-, ambos creados la segunda mitad del año 1936, en plena Cruzada. Su actividad política y sus posturas abiertamente simpatizantes con los fascismos le llevaron a entrar en conflicto con algunas jerarquías de la Iglesia española, reproduciéndose así el viejo conflicto en el seno de la Catolicidad europea entre güelfos y gibelinos. Nuevamente el eterno enfrentamiento entre dos tipos de espiritualidad, la Luz del Norte y la Luz del Sur…

Fermín Yzurdiaga fue como hemos dicho Delegado Nacional de Prensa y Propaganda de FET y de las JONS desde Abril de 1937 a Febrero de 1938, siendo además Procurador en Cortes en la etapa 1943-1964. Cuando falleció fue amortajado con su inseparable y sagrada Camisa Azul. PRESENTE!!!

FUERZA HONOR Y TRADICIÓN

Joan Montcau

 



REGRESIÓN DE LAS CASTAS, EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Y EL QUINTO ESTADO
abril 16, 2020, 9:59 am
Filed under: Metapolítica, Política y tradición

Apocalipsis o el libro de las revelaciones Apocalipsis - Fukiti Fu

REGRESIÓN DE LAS CASTAS, EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Y EL QUINTO ESTADO
«En el mundo antiguo la tiranía fue feroz y asoladora, y sin embargo esa tiranía estaba limitada físicamente, porque todos los Estados eran pequeños, y porque las relaciones internacionales eran imposibles de todo punto; por consiguiente en la antigüedad no pudo haber tiranías en grande escala…  Pero ahora, señores, ¡cuán mudadas están las cosas! Señores, las vías están preparadas para un tirano gigantesco, colosal, universal, inmenso; todo está preparado para ello: señores, miradlo bien; ya no hay resistencias ni físicas ni morales».
JUAN DONOSO CORTÉS
   El «Quinto Estado» del que Julius Evola hablaba en uno de sus últimos escritos ya lo tenemos aquí; el Nuevo Orden Mundial resultante de la fusión de lo peor de ambos sistemas infernales (léase Capitalismo y Comunismo) y con pretensiones -ambos- globalizadoras tras la derrota de Europa de 1945; se trata de la pseudocivilización del paria, de aquella chusma que en la tradición indoaria estaba fuera y totalmente al margen del sistema de castas y de la Jerarquía social. Estamos ante la culminación de un proceso involutivo y subversivo, LA REGRESIÓN  DE LAS CASTAS: de las antiguas Aristocracias Sacrales apolíneas y uránico-viriles (I Estado), en un primer peldaño descendente e involutivo se pasó a las Monarquías Guerreras cada vez más decadentes (II Estado); de aquí se pasó a un nivel mayor de degradación cuando el poder pasó  a manos de la casta de los mercaderes y comerciantes (III Estado, luego meros mercachifles al estilo anglocabrón), ello con las odiosas revoluciones burguesas y liberales  de los siglos XVII al XIX (aquí la Masonería jugaría un papel nada desdeñable…)
   Un nivel de descomposición y de degradación aún mayores llegaron con el advenimiento al poder de la casta de los sirvientes y obreros (IV Estado), ello con las revoluciones marxistas del Siglo XX. Tras la caída del Muro de Berlín (1989, final de la «Guerra Fría») y del hundimiento del Bloque Soviético, es decir de uno de los dos modelos de globalización y de mundialismo que se disputaron el control de la humanidad tras 1945, se completó el círculo y que ahora estamos viendo sus resultados finales y claramente disolutorios; la unión o reducción a un mismo común denominador de LO PEOR de ambos sistemas intrínsecamente perversos  -«metafísicamente iguales» decía Evola, como las dos caras de una misma moneda- que nos ha conducido finalmente a la actual tiranía global: el Quinto Estado, la civilización sin alma, la dictadura global ya no de la Anti sino de la absoluta y destructora Contra-Tradición. Estamos pues hablando de un claro proceso de materialización y de solidificación, cercano ya, muy maduro digamos, para la desintegración diabólica final. Estamos no en el «final de la Historia» tal como lo interpretaba el liberal y repugnante plutócrata Francis Fukuyama (un japonés renegado, un sin-tradición, nada es casual sino causal…), que veía en el triunfo final de la peste democrática y liberal-capitalista como una especie de nueva Edad de Oro para la humanidad, sino en el final de los tiempos apocalípticos, la culminación de la Edad Más Oscura…
FUERZA HONOR Y TRADICIÓN
Joan Montcau


LIBROS: LA MUERTE DE ARTURO

La muerte de Arturo" - Sir Thomas Malory, editorial Siruela ...La muerte de Arturo eBook por Thomas Malory - 1230001170122 ...La búsqueda del Santo Grial | MysteryPlanet.com.ar

LIBROS: LA MUERTE DE ARTURO

 

Porque el amor en ese tiempo no era como el amor es hoy en día”.

Thomas Malory

 

En el año 1485 se publicó este gran clásico de la literatura griálica, escrito por Thomas Malory 1399/1405-1471) supuestamente durante su estancia en la cárcel. En realidad se trataba de la unificación en un sólo tomo -subdividido en 21 libros o capítulos- de un total de ocho novelas que Malory escribió sobre el tema, presumiblemente la mayoría de ellas o la totalidad escritas durante su tiempo de presidio. Estamos ante la gran epopeya de la literatura inglesa a partir de la recopilación de viejas fuentes francesas y británicas a las que su autor agregó ideas, valores y conceptos fruto ya de su propia cosecha. El autor -o compilador más bien- finalizó su obra en 1469 y falleció dos años después, en 1471 aún preso y sin conseguir ver en vida su obra magna publicada; 14 años pasaron hasta llegar a ello.

En realidad la identidad del escritor inglés es enigmática, la versión más aceptada es que se trataría de un caballero que acabó encarcelado durante la guerra civil inglesa, la “Guerra de las Dos Rosas” que enfrentó a las casas reales de York y de Lancaster entre los años 1455 y 1487. Habiendo tomado partido por la derrotada causa Lancaster, fue encarcelado a principios de los años sesenta del Siglo XV. Parece ser que logró escapar de presidio varias veces y otras tantas apresado, para morir finalmente en marzo de 1471 entre rejas. Aunque también se ha llegado a especular de que realmente Thomas Malory fuera un sacerdote -encarcelado pues por el mismo motivo arriba indicado-, ello por la descripción que él hace de sí mismo en su obra, aunque esto no está generalmente aceptado. Sea como fuere estamos ante otro de los grandes enigmas y misterios de un Medievo que ya tocaba a su fin tras la victoria del “teocratismo güelfo” sobre el gibelinismo caballeresco e imperial, victoria que poco a poco iría demoliendo las bases y los fundamentos reales y metafísicos de aquella gran ecúmene europea que era el Sacro Imperio Romano-Germánico. Estamos ante la primera gran revolución subversiva y disolutoria en Occidente que abriría las puertas del demonismo moderno anti y contra-tradicional; del Güelfismo y la consiguiente desacralización del poder temporal y político (algo inconcebible en el mundo indoeuropeo) que vendría traído de su mano, al humanismo renacentista ya sólo había un paso. El proceso de involución y de desintegración de dicha ecúmene europea, y que llegaría a su punto culminante tras la Guerra de los Treinta Años (1618-48) con la Paz de Westfalia (derrota de la Catolicidad europea en definitiva), ya había sido iniciado lenta pero firmemente…

Decía Julius Evola que desde un punto de vista histórico, los textos fundamentales y más característicos referidos al simbolismo del Santo Grial hacen pensar en el afloramiento o la emanación de una corriente subterránea en un momento determinado de la historia de Occidente, para luego ocultarse o hacerse “invisible” de nuevo, es decir en términos espirituales y metafísicos lo que equivaldría a la “pérdida del Grial”, paralela ésta al “oscurecimiento de lo divino” (el Ragnarök de la mitología nórdico-germánica), que es precisamente lo que ocurrió en Occidente a partir del Siglo XIV en adelante y en el que hoy, Siglo XXI, en cuya fase terminal nos encontramos. Tal afloramiento de textos sobre el Grial lo fueron en un relativo corto espacio de tiempo dentro de la larga etapa conocida como Edad Media (convencionalmente Siglos V-XV), esto ocurrió concretamente entre los siglos XII y XIII -prácticamente en el corazón de dicha Edad-, para luego desaparecer como por ensalmo u obedeciendo a una consigna; lo cierto es que en el Siglo XIII abruptamente deja de hablarse de dicha temática. No deja de ser curioso que es precisamente esta etapa de apenas 200 años la época del esplendor del gibelinismo imperial y de las grandes Órdenes ascético-militares y caballerescas con la de los Templarios a la cabeza, de las Cruzadas, del movimiento trovadoresco (los Fieles de Amor, los Minnesänger), de las grandes cofradías iniciáticas de constructores, de los grandes místicos de la Catolicidad (San Bernardo de Claraval, San Francisco de Asís, Santa Hildegarda de Bingen, Maestro Eckhart). A principios del Siglo XIV se produce un repunte de dicha temática, el tema no es baladí ya que fue precisamente a principios de tal Siglo cuando se produjo la persecución, exterminio y disolución de la Orden del Temple, verdadera aristocracia espiritual del Sacro Imperio, consecuencia ello de la profunda animadversión sacerdotal y güelfa hacia todo tipo de espiritualidad olímpica, viril y aristocrática, hacia toda búsqueda de verdadera trascendencia y conocimiento (aún quedaba mucho para el claudicante Concilio Vaticano II). Con todo y con esto aún no se produjo la ruptura definitiva de Occidente con la Tradición Primordial puesto de otras fuerzas, aunque esta vez de manera más soterrada y oculta, cogieron el testigo a la fenecida Orden del Temple e intentar remontar la caída por la pendiente.

Esta reanudación o reactivación de la temática del Grial que tuvo lugar en los Siglos XIV y XV tras cierta etapa de rebozo y de velo a finales del Siglo XIII, lo hizo pero ya con las formas cambiadas; las obras que aparecieron en esos Siglos que ya marcaron el ocaso del Medievo carecían del simbolismo profundamente metafísico y espiritual de las obras de la primera etapa, tenían una componente más religioso-moralista que gnóstica y sapiencial; como dijo Evola “formas estereotipadas que entraron en rápida decadencia”; y es precisamente aquí donde queremos enmarcar la obra de Thomas Malory que se publicaría precisamente en las postrimerías del Siglo XV, una etapa donde podemos encontrar ya la génesis de la superstición modernista, finales de la Baja Edad Media e inicios del denominado por los modernos como “Renacimiento”…

El Ciclo del Grial que se inició en Siglo XII con las obras de Robert de Boron fundamentalmente, pasando por las de Chrestien de Troyes, Wolfran von Eschenbach, von Scharffenberg principalmente y entre otros muchos, en cierto modo concluyen a modo de recapitulación con esta gran obra que tenemos ahora entre manos: LA MUERTE DE ARTURO. Estamos hablando de una etapa histórica donde la Edad Media -la Edad del Medio– se identificó plenamente y a punto estuvo de convertirse y de identificarse con la Edad del Centro (metahistórico, metafísico).

FUERZA HONOR Y TRADICIÓN

Joan Montcau